HUEVOS FRITOS CON JAMÓN
LA MEJOR DEFINICIÓN DE COMPROMISO QUE CONOZCO
“Cierto día, cuando un cerdo y una gallina fueron invitados a un desayuno, el cerdo se sentía bastante mal, no quería participar.La gallina por su parte muy contenta lo incitaba a que fueran, pues sabía que el desayuno sería de lo mejor.
Ante su insistencia el cerdo le preguntó, ¿sabes por qué nos invitan?, porque somos el desayuno, pero con la diferencia en que tú estás involucrada y en cambio yo estoy comprometido.
El desayuno consiste en huevos con jamón.”
Estar comprometido es casi dar la vida por aquello en que uno cree, porque se está convencido y en ningún momento se da un paso atrás. Involucrarse es simplemente convertirse en un mero observador del cambio.
Podemos definir compromiso como
“la capacidad del ser humano para tomar conciencia de la importancia que tiene cumplir con el desarrollo de su trabajo dentro del tiempo estipulado para ello”.
Al comprometernos, nos esforzamos al máximo y hasta el límite de nuestras capacidades para sacar adelante nuestras responsabilidades.
Nos comprometemos porque conocemos las condiciones que estamos aceptando y las obligaciones implícitas. La ausencia de compromiso convierte la elección en una trivialidad. Cuando la decisión es aleatoria, la acción carece de sentido.
Si estamos comprometidos, igual que el cerdo en el ejemplo, haremos todo lo necesario por alcanzar aquello que nos hayamos propuesto.
Nuestro compromiso sólo admite resultados, ninguna excusa e implica que pase lo que pase, seguiremos adelante.
Cuando nos fijamos metas somos conscientes de que el camino está lleno de obstáculos; sin embargo, tenemos que sortearlos y seguir adelante a pesar de las circunstancias. Nos tenemos que entregar por completo.
El compromiso no se fracciona. O estás comprometido o no. O consigues el compromiso de tus colaboradores o no lo consigues.
El compromiso mutuo y con la organización es imprescindible para conseguir resultados. Si éstos son mediocres, revisa el nivel de compromiso.
Puede ocurrir que los resultados no sean los esperados porque tu compromiso o el de tus colaboradores no sea suficiente. Estos malos resultados pueden desmotivaros, alejándoos de ese propósito que tiene que ocupar vuestros pensamientos y esfuerzos y por tanto minando un poco más vuestro nivel de compromiso.
Habéis entrado en un círculo vicioso que será difícil de romper si no establecéis nuevas reglas que recompongan vuestro nivel de compromiso individual y grupal.
Si no lo obtienes, no habrá resultados y no los hay porque no estáis comprometidos con ellos.
El compromiso es ese punto de inflexión en el que se produce un cambio de actitudes, energía, hábitos, resultados en el ámbito laboral y en el personal.
Está claro: para tener éxito en todo aquello que nos propongamos, debemos comprometernos al ciento por cien.
Compromiso implica “tener que”.
Mientras no nos comprometemos, siempre existe la posibilidad de echarnos atrás. Sin embargo, en el momento en que decidimos comprometernos de manera definitiva, los astros parecen que se alinean a nuestro favor y ponen a nuestro alcance alternativas que en ningún momento hubiéramos imaginado.
El compromiso:
- Transforma una promesa en realidad
- Convierte nuestras palabras en acción
- Implica que hagamos lo que hay que hacer incluso cuando las circunstancias son desfavorables
- Hace que seamos conscientes de la importancia que tiene el cumplir aquello que hemos dicho que haríamos
- Ayuda a desarrollar al máximo nuestras capacidades para sacar adelante aquello que nos han pedido o que hemos dicho que haríamos
- Ejercita nuestro sentido de la responsabilidad
- Es la esencia de la proactividad
Sin embargo, en nuestro día a día,
- Tendemos a ofrecer sabiendo de antemano que no vamos a poder cumplir
- Justificamos lo injustificable para argumentar que no es nuestra responsabilidad
- Aprovechamos la ilusión de nuestro interlocutor para generar falsas expectativas
Para que un colaborador esté comprometido, es necesario que:
- Sienta como propios los objetivos de la organización.
- Apoye decisiones orientadas al logro de objetivos comunes.
- Le hagamos sentir importante, ofreciéndole retos significativos vinculados a la consecución de los objetivos de la organización.
- Nuestro nivel de comunicación sea continuo y proactivo. No esperemos a que vengan a contarnos sus problemas e inquietudes. Debemos anticiparnos, interesándonos de manera sincera por ellos y por su entorno.
¿Cuál es el tuyo?
¿Cómo consigues el compromiso de tus equipos?
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